Las vibraciones estructurales y los daños relacionados pueden afectar a la estructura del buque, al confort de la tripulación y a la vida útil de los equipos del buque. La tecnología de medición de Kistler ayuda a los ingenieros a obtener los datos necesarios para el análisis modal y estructural marino, lo que permite una descripción definitiva de la respuesta de la estructura, que puede evaluarse en función de las especificaciones de diseño.
Cuando los buques están en el mar, están continuamente expuestos a cargas variables procedentes de las olas que someten al buque a movimientos y deformaciones del cuerpo rígido. Se distinguen dos tipos de deformación: la respuesta cuasiestática y la respuesta dinámica. La respuesta dinámica de un buque puede caracterizarse por sus parámetros modales. El resorte y el latigazo son dos de las respuestas dinámicas relevantes para los buques. La resorte es la vibración resonante en estado estacionario del modo de flexión de dos nodos en respuesta a la carga continua de las olas. El latigazo es la vibración elástica transitoria de la viga del casco del buque. Las vibraciones de latigazo suelen dar lugar a mayores aceleraciones que pueden producir mayores tensiones y un aumento de la fatiga.