El montaje de elementos de fijación es uno de los procesos de unión más importantes en la fabricación, incluida la industria 3C (ordenadores, comunicaciones y electrónica de consumo). Muchos componentes y ensamblajes de teléfonos inteligentes, como las placas multicapa (MLB), los motovibradores, los módulos de antena y los módulos de cámara, se unen con elementos de fijación en un proceso que suele estar automatizado. Se utiliza una gran variedad de fijaciones roscadas, incluidas microfijaciones de tamaños comprendidos entre M0,8 y M2.
En la industria 3C, las exigencias en cuanto a velocidad y calidad de montaje son extremadamente rigurosas. Se requiere un control de calidad de principio a fin para microfijaciones, herramientas de fijación y uniones atornilladas. Los ensayos de conformidad con la norma ISO 16047 de elementos de fijación roscados -desde el desarrollo del producto hasta la producción- son un método reconocido para garantizar y demostrar su calidad. Sin embargo, esta norma sólo cubre los ensayos de elementos de fijación roscados de tamaño M3 o superior. Esto significa que, por el momento, no existen pruebas normalizadas de par y fuerza de apriete para las microfijaciones utilizadas en la industria electrónica 3C.
Los fabricantes se ven obligados a utilizar sus propios métodos de ensayo basados en un número reducido de parámetros de control, a menudo especificando únicamente el par de rotura de los elementos de fijación. El riesgo de un diseño defectuoso, reclamaciones, retiradas de productos y los costes derivados son, por tanto, grandes y prácticamente inevitables.