Los procesos de ensamblaje, como el ensamblado a presión, el calafateado o el remachado, son algunos de los pasos más comunes en la producción industrial. Con la supervisión y el control del proceso basados en la medición de la fuerza o el par junto con la medición del desplazamiento o el ángulo, pueden optimizarse de forma sostenible: La calidad, la eficiencia y la transparencia aumentan. Gracias al control de la secuencia y a los criterios de calidad ajustables con precisión, podrá llevar a cabo sus procesos de montaje de forma más eficiente, precisa y sostenible.
También se beneficiará de una mayor fiabilidad del proceso y, por tanto, de la calidad, al tiempo que aumenta la productividad: Gracias a la tecnología de sensores integrada y a la supervisión de los procesos, se reducen los tiempos de los ciclos y se obtienen datos fiables sobre cada uno de los productos fabricados: se conservan los recursos y se reducen los costes operativos.