El ruido mecánico y las vibraciones se investigan con el objetivo de mejorar la comodidad de los pasajeros, la fiabilidad, la durabilidad y el silenciamiento. El comportamiento estructural y las numerosas fuentes de ruido y vibraciones se caracterizan para comprender y optimizar el rendimiento. Los ingenieros confían en los sensores de presión, los acelerómetros estancos y los sensores de emisión acústica de Kistler -incluidas las variantes IEPE, en miniatura y de bajo ruido- para una reducción eficaz del ruido y las vibraciones en el mar.
Dependiendo de la propulsión del buque, el ruido y las vibraciones proceden principalmente de motores o turbinas y se ven afectados por factores operativos como la carga, las condiciones meteorológicas y marítimas o las maniobras. Para investigar estos fenómenos se utilizan acelerómetros uniaxiales y triaxiales de bajo ruido, y también puede ser necesario disponer de capacidades estancas para soportar instalaciones sumergibles.